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7 feb 2010

Novedades...

San Valentín está cerca ¿Estáis preparados para comprar o vender vuestro amor al Corte Inglés y derivados? En fin, cuanta tontería… Para el resto de gente anormal que no piensa celebrar San Valentín porque piensa que el amor no es algo que se pueda comprar en un día, sino más bien algo que se construye día a día, tal vez les interés esta noticia:

  1. Se terminaron los exámenes, lo cual quiere decir que vuelvo al blog.
  2. No vengo con las manos vacías, llevó ya “año y medio” de carrera y me siento capacitado para crear un blog solo con contenido Psicológico. Espero que la cosa vaya bien. Es este "Mundo Psico-y-lógico."

Aquellos que por estas fechas, como durante todo el resto del año, estén más interesados en saber cual es su relación de pareja y como mejorarla en lugar de buscar como desesperados un osito con veinte corazones de un euro cada uno, en este nuevo blog encontrarán la Teoría Triangular del amor de R. Sternberg.

21 oct 2009

El flow.


Hoy vamos a hablar de algo realmente interesante y esencial para la gran mayoría de artistas. Los artistas lo llaman inspiración, los psicólogos se decantaron por el termino Flow (fluir o flujo en castellano). El Flow fue propuesto y estudiado en 1975 por el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi (no me he inventado el nombre, realmente se llama así), destacado por sus estudios sobre psicología positivista.

El Flow es un estado en el cual, la persona se encuentra en total disposición para realizar una tarea, sin importarle lo que sucede a su alrededor, solo tiene importancia la tarea. El artista prácticamente ni siquiera presta atención a sí mismo, logrando abstraerse incluso de emociones internas o pensamientos que podrían distraerle del objeto principal, la obra o tarea. Durante este estado, el artista es capaz dar rienda suelta a sus cualidades y talentos para realizar la obra del mejor modo posible.

El estado de Flow tiene una duración limitada y es muy difícil lograr estar horas enteras en este estado, esto lo sabrán los lectores que suelan dibujar, improvisar con un instrumento, escribir… Un artista con experiencia puede darse cuenta de cómo su Flow va desapareciendo, la mayoría de veces por culpa del agotamiento. Afortunadamente el Flow se puede entrenar y con un poco de práctica el artista puede entrar y salir del Flow con gran maestría. Para alcanzar el Flow de un modo rápido y eficaz es necesario tener claros y entrenados una serie de requisitos:

1- Es necesario tener unos objetivos claros, saber que lo que queremos realizar está dentro de nuestras posibilidades. Marcarse unos objetivos demasiado elevados puede provocar sentimientos de frustración que nos sacarían rápidamente del Flow.

2- Se requiere una elevada concentración y una capacidad de enfoque apropiada. Para mejorar la concentración podemos recurrir a diversos métodos como: técnicas de relajación, eliminar elementos que nos puedan distraer o crear un ambiente apropiado con música ambiental. Saber enfocar la obra desde diversos enfoques nos puede garantizar un mejor resultado.

3- Es importante que el artista tenga una elevada capacidad de pérdida del sentimiento de autoconciencia, para poder fusionarse con la obra y evitar sentimientos internos que puedan distraerle.

4- La distorsión del sentido del tiempo, cuando un artista esta enfrascado en una obra, no le debe importar el tiempo, no debe pensar en si tenía una cita a las cuatro o si el partido de fútbol está a
punto de empezar.

5- La directa o indirecta retroalimentación, el artista debe aprender que un error no es motivo de frustración, sino que es otro camino que le llevará a la creación de una obra diferente, pero no por ello de peor calidad.

6- El balance entre el nivel de habilidad y el desafío, si no se puede no se puede. El flow no incrementa nuestras habilidades a lo superhéroe, más bien deja que las habilidades se manifiesten del mejor modo posible.

7- Sentimiento de control personal sobre la situación. El artista imbuido por el flow no debe dejarse influenciar por sentimientos que le distraigan de su propósito.

8- La actividad ha de estar intrínsecamente recompensada, la felicidad debe encontrarse repartida durante toda la tarea de este modo se soporta mejor el cansancio producido por el esfuerzo al realizar dicha acción.

9- La acción y la conciencia del artista deben fusionarse, cada decisión debe ser una acción. Actúa sin pensar y no tendrás que juzgar el porqué, el porqué será “porque me ha dado la gana hacerlo así”

Dominar el estado de flow es, según mi opinión, el primer paso hacia el éxito. Así que ya sabéis chicos a practicar el flow.

7 sept 2009

Felizmente fracasado.

No superar el fracaso es el primer paso para fracasar en la vida…

La vida, que según dicen es tan puta como sabía, tiene preparada una dura prueba para cada persona, una prueba que solo los mejores son capaces de superar, el fracaso. No lograr metas, no cumplir sueños, no conseguir nada más que el fracaso tras el intento. Es duro, pero, como todo en esta vida, se ve insignificante una vez superado. A través de estos pensamientos llegué hasta la cima del fracaso, superándolo, y ahora desde la cima miro hacia abajo y no puedo hacer otra cosa que reírme del fracaso, sentirme orgulloso de mi mismo y mirar hacia arriba y luchar por sueños más importantes. Así es como se convierte alguien en un soñador empedernido, en un lobo…

Explico esto desde la experiencia, abandoné un sueño hace poco. Sabía que por mucho que intentase perseguir ese sueño, tarde o temprano tendría que enfrentarme a un estrepitoso fracaso. No tuve salida y eso, se lo tengo que agradecer a la vida, o bien seguía intentando perseguir el sueño fracasando en el intento tarde o temprano, o bien me olvidaba del sueño y me enfrentaba al fracaso de haber abandonado un sueño. El poco orgullo que me quedaba y mi cabezonería innata me impedían abandonar ese sueño, pero al final sin más opciones tuve que elegir abandonar el sueño, era la opción más acertada. Abandoné el sueño convenciéndome a mi mismo de que era la única opción y misteriosamente ocurrió lo impensable, al abandonar ese sueño recordé otros sueños que habían sido eclipsados por el gran sueño irrealizable. Me di cuenta de que muchas veces es bueno apartar un sueño para poder llegar a otros y como no, me hizo ilusión. La dureza y tristeza por abandonar un sueño me duró el tiempo que tardé en darme cuenta de que un montón de sueños estaban aun a mi disposición y lo mejor de todo, esta vez no me importaría que esos sueños no pudiesen ser alcanzados, pues hay mil puertas abiertas esperando ser cruzadas. Pensareis “Si bueno pero imagínate que al final fracasas en todos los sueños” pues aun así hay algo en esta historia que me resulta todavía más sorprendente. Al dejar de lado aquel sueño, ahora mismo mi situación dentro de ese sueño ha mejorado considerablemente y aunque se que ese sueño es imposible, me encuentro más cómodo, ahora juego con ese sueño sin importarme si se cumple o no y además, tengo la libertad de perseguir otros sueños. Por eso, a partir de aquel día en que superé el fracaso me he levantado todas las mañanas eufórico, con ganas de comerme el mundo. Ahora entiendo aquella frase que decía: “Todos los genios tuvieron que ser unos fracasados para llegar donde han llegado mientras que los fracasados demuestran no ser muy inteligentes.”

Una vez te das cuenta que de cada problema de la vida, de cada fracaso, se obtiene un resultado más grande e importante que el propio fracaso superado, una vez asimilas eso, dejas de tener miedo al fracaso y cuando ni siquiera el fracaso te asusta te sientes capaz de todo, sin más límites que los de la propia imaginación. Es increíble, soy incapaz de describir esa situación. Se que si a la hora de nacer me dijesen que quieres una vida perfecta en la que pudieses tener todo lo que desees o una vida en la que las cosas se te pusiesen difíciles, elegiría la vida de dificultades. El que lo tiene todo se queda sin sueños, el que no tiene nada tiene multitud de sueños por cumplir y un montón de metas por las que seguir luchando, por las que seguir vivo, por las que poder disfrutar de esos momentos de euforia que produce el fracaso, un sueño roto. Una de las muchas cosas que me quedan por experimentar en esta vida llena de retos y dificultades que por suerte me ha tocado vivir. Desde que me dio por abandonar un sueño hay tanta felicidad en mí, que siento la necesidad de echar a correr para poder quemar un poco de euforia. Incluso escribiendo esto me están entrando ganas de levantarme de la silla y comerme el mundo. A todos aquellos que quieran llegar a ser lobos, soñadores empedernidos, un consejo: No olvidéis nunca la frase...
“No superar el fracaso es el primer paso para fracasar en la vida…”

Dedicado a María, al final lo he hecho, a L., gracias a tu texto me he obligado a publicar esto, y por supuesto gracias a todos aquellos que hayan superado por fin su miedo al fracaso, un brindis por nosotros, los lobos.

25 ago 2009

El soñador empedernido.

He vuelto a este blog, tras las vacaciones con un nuevo aire. Con las pilas cargadas de optimismo y con la personalidad de un soñador empedernido. Todos conocéis de sobra cual es mí visión de la sociedad actual, lo de los lobos y los perros y todo eso. Por si acaso un simple resumen, perros igual a personas conformistas aquellos que obedecen sin rechistar a cambio de un plato de comida, lobos igual a personas que buscan la libertad y confían en sí mismas a la hora de buscar comida…

Estaréis de acuerdo conmigo cuando digo
Que la gente vive guiada por el consumismo
Con su mismo trabajo de ayer
Con su mismo atuendo de ayer
Con su mismo sueldo de ayer
Con su mismo pensamiento de ayer
Con su mismo sueño de ayer
Y aun tienen los santos huevos
De decir que el consumismo es el progreso
Disculpadme si esa bola yo no me creo.
Que vayan a otro inepto con esos cuentos
Yo pienso que el progreso esta en los sueños
Pero hoy en día, los sueños mueren, como los viejos
Mueren sin que nadie haya luchado por ellos

Abren los ojos los niños,
sueñan, ríen, se divierten, están vivos.
Cierran los ojos los ancianos, aburridos,
Mueren, cansados de vivir, hundidos.

Fue así como decidí ser un soñador empedernido
Un lobo solitario, un niño fiel a lo vivido
Aquel que moldea y elige su propio destino
No me importa quien vendrá o quien se ha ido
Jamás dejaré que el fracaso me lleve consigo
Por duro que haya sido el golpe recibido
Volveré a levantarme, más enérgico, más vivo
Superarse, es luchar contra uno mismo
Soy inmune al fracaso insisto
Fracasar es aprender lo admito
Por eso jamás dejaré de soñar
Porque soñar es de un drama poder disfrutar
Da igual que todos piensen que vas a fracasar
Pues si no persigues sueños jamás
Dejarás de ser tan solo uno más
Y cuando veas la muerte en tu cabeza solo tendrás
Atravesado en la amargura un pensamiento fugaz
“Déjame soñar, es pronto para descansar
Ahora se que sin sueños, solo la muerte puedo esperar…”

No dejéis nunca que el consumismo se apoderé de vuestros sueños, sin ellos no sois nada. Como lo son aquellos que murieron sin ver sus metas alcanzadas. No permitáis que el fracaso parta en dos vuestra alma. Yo he aprendido que cuando uno fracasa, se levanta con más ganas de alcanzar la meta deseada. Ser capaz de alimentarse del fracaso es solo el primer paso. Paso que te da la seguridad de que nada te detendrá jamás, tan solo la muerte podrá alcanzarte al final y entonces le dirás. No me quedan sueños por cumplir, ya no sirve de nada vivir así que mejor sácame de aquí…

26 abr 2009

Nuestro día D3.

Todo empezó como la típica propuesta de ir a la playa, propuesta que por causas variadas no suelen realizar todos los de mi grupo de psicología. Al final hoy solo hemos ido tres personas, pensareis, tres personas está bien, pero si tres personas se lo pasan tan bien como nosotros no quiero imaginar todo el grupo de psicólogos. Nos hemos instalado en la playa, para calentar Rober y yo nos hemos echado una carrerita por la playa mientras Sandra leía un libro tan pesimista como interesante. La carrerita cerca del mar, sintiendo los charcos de agua salada salpicar a cada zancada, la caricia de la brisa, el sonido de un mar revuelto, me sentía vivo pero, tras la carrerita, yo estaba muerto, jeje. Nos fuimos a hacer mortales y mortales ostias nos hemos metido, pero la superación, la libertad de realizar un mortal hacia delante, sintiéndote libre, ingrávido por unos instantes, me ha hecho volver a sentirme vivo. Luego otra carrerita, unas cuantas flexiones y mi cuerpo liberó por fin todas las tensiones, se preparaba para una tarde “de pancho” (expresión de pueblo que significa de forma relajada o tranquila.) Tras un buen bocata, la falta de agua fría me dejaba muerto, tras comernos el bocata pusimos rumbo al bar, para estar más tranquilos y beber algo fresquito. Paramos en un centro comercial de camino, compramos agua fría y demás víveres. Tras un buen trago de agua fría volvía a sentirme vivo. Con nuestras necesidades saciadas, decidimos pasar del bar e ir a un sitio más tranquilo. Estábamos delante de la facultad, así que decidimos entrar. Nos acoplamos en un humilde banco, el sonido de las palomas, el viento suave acariciándome la cara, las diminutas hojas que caían de los árboles en forma de lluvia, me sentía vivo. Recordé que hacía dos semanas o bueno…dos meses, fui de pesca con amigos y cervezas frías, me sentía vivo. Proponemos ir a la feria del libro, de camino descubrimos el que será secreto del grupo D3 y disfrutamos de un paseo entre los árboles. Hasta llegar a Viveros, en el interior de Valencia capital, un inmenso parque lleno de árboles, lleno de vida. Allí la visión de un mundo en libertad, de un mundo tranquilo, de un mundo hermoso dentro de una ajetreada y prisionera ciudad, me hizo volver a sentirme vivo. Este ha sido un simple domingo, pero no como otro cualquiera. Hoy He descubierto que la felicidad no solo reside en los sueños, sino también en las pequeñas cosas que te hacen sentir vivo… Os dejo con algunas fotos de hoy, me voy a dormir que estoy muerto, hoy he vivido demasiado, jeje:


6 mar 2009

El sorprendente caso de Genie: La niña salvaje.



(Este es un video que nos enseñaron ayer en una clase de psicología. Está dividido en seis partes y si queréis verlo desde You tube pinchad dos veces sobre el video. Trataré de hacer un resumen para aquellos que no quieran ver el documental, aunque lo recomiendo.)

Genie era una niña de doce años cuando la encontraron, encerrada por sus padres en una habitación de escasos metros cuadrados, con escasos muebles y con una silla con orinal donde la niña permanecía sentada la gran parte del día. La niña estuvo encerrada en la habitación desde su nacimiento, no conocía más mundo que esas cuatro paredes. Sorprendentemente cruel ¿no creen? Al ser descubierta la niña, su padre se pegó un tiro, su madre reconoció que ambas sufrían el abuso autoritario de su marido. Cuando encontraron a la pobre niña, no podía articular palabra y caminaba en una postura extraña. La niña parecía guiarse más por sentidos que como el tacto, que por la vista, al analizar los objetos que se le daban, tal vez por la falta de luz de la habitación. Tras sacarla de ese entorno hostil, los médicos y psicólogos de la época se pusieron a investigar con ella. Para tratar de resolver sus dudas sobre si el lenguaje puede aprenderse después de alcanzar la adolescencia. El caso es que, a mi parecer, tantos experimentos y pruebas no hicieron más que marear a la pobre Genie. Uno de los descubrimientos que hicieron es que al parecer la sensibilidad a la temperatura es aprendida, la aprendemos de nuestro entorno, pues tanto Genie como Victor (otro niño salvaje que sale en el documental) no parecían percibir la temperatura del mismo modo que el resto de personas. De todo el documental lo que más me llamo la atención, a parte del hecho de que los investigadores parecían más preocupados en descubrir cosas que en la propia salud de la niña, es una anécdota de Genie. Un día paseando se fijó en un trenecito de juguete que tenía otro niño. El niño al verla, le regaló el trenecito sin que ella articulase palabra alguna. Muchos de los investigadores que tuvo se percataron de que Genie gesticulaba muchísimo.

Yo ahora me pregunto ¿Cabe la remota posibilidad de que Genie aplicase la bipolaridad ante años de represión lingüística? ¿Cabe la posibilidad de que tras años en silencio ella se decantase por otro tipo de lenguaje? ¿Cabe la posibilidad de que nosotros seamos los que nos comuniquemos con un lenguaje imperfecto? ¿Cabe la posibilidad de que solo los niños lograsen entender a Genie, pues solo ellos carecen de ese lenguaje que nosotros hemos adquirido? Tal vez una explicación más lógica al hecho de que el niño le diese el trenecito, sea el hecho de ser una respuesta innata en el ser humano, una respuesta de supervivencia. Tal vez el niño solo fuese movido por ese afán de proteger y dar cuidado a un miembro enfermo de su especie. Eso es muy humano por su parte, en cambio ¿Podríamos decir lo mismo de los investigadores, expertos en lenguaje y con un dominio de este superior a la media? Creo que no, ellos demostraron estar más interesados en encontrar soluciones que en el bienestar de Genie, parecían estar más interesados en solucionar el qué, el cómo, el porqué, el cuando, parecían ser esclavos de un lenguaje que les exigía respuestas. ¿Quien es más humano? ¿Quien está más retrasado? Esto me lleva a pensar, muy a mi pesar, que el lenguaje nos ha vuelto cínicos. Ese afán por conocerlo todo, por encontrar respuesta a todo, ese afán fue el que nos llevo a intentar ser pseudo-dioses, intentar encontrar respuestas nos está haciendo menos humanos. Un claro ejemplo de cómo el lenguaje nos vuelve cínicos... Escondemos los sentimientos tras símbolos (palabras), restándoles valor a estos. "Mira, esa niña está triste" no es lo mismo que ver la tristeza en los ojos de la niña y sentir lo que ella siente, pues es más fácil medir el grado de tristeza a través de los gestos que de las palabras. Evidentemente no es mi intención destruir el lenguaje ¿Qué sería de este blog si hiciese eso? Pero sí es conveniente recordar que existe otro tipo de lenguajes, lenguajes que sirven para comunicarnos con el interior de las personas. Se podría decir que el lenguaje oral o escrito va directo a los pensamientos e ideas, pues fue creado para entender esos pensamientos e ideas, y el lenguaje corporal va directo a los sentimientos y la empatía, pues fue creado para eso. Volviendo al tema de la bipolaridad, encontramos aquí dos lenguajes que parecen estar en contraposición en la dualidad Emoción-Pensamiento. Tal vez sea hora de aprender a danzar por esta dualidad y no estancarse en un solo lenguaje aprovechando así al máximo ambos recursos que nos ofrece la bipolaridad de la vida...

3 mar 2009

La vida a través de la mirada del lobo.



Buf creo que me ha quedado muy largo, pero he intentado abreviarlo lo máximo posible y que al mismo tiempo sea comprensible. Al final no me ha quedado muy psicológica la cosa, pero ahora creo que entenderéis esta “teoría psicológica”, no me atrevo a quitarle las comillas, pues no creo que esto pueda llegar a considerarse teoría psicológica. Pero bueno, esta es mi forma de ver el mundo:

“Que coño estáis mirando pandilla de cretinos. No tenéis cojones para ser lo que soñáis ser. Necesitáis personas como yo para señalarlas con el dedo y decir ese es el malo. ¿Y quien sois vosotros? ¿Los buenos? No sois buenos, simplemente escondéis vuestra frustración por no ser nadie. Todo lo que digáis se lo acabará llevando el viento mientras yo sigo creciendo sin freno, pero lo asumo. Mi vida es así, mi vida es infama.”

Tú, pijo idiotizado…Tú, gobernante egocéntrico…Tú, cretino arrogante… Tú, amante esclavizado… Tú, ejecutivo agresivo… Tú, famosa sin personalidad… Tú, modelo descerebrada… Tú, fanático religioso…Tú, burgués amanerado y…Tú, habitante ingrato de este planeta. Todos sois iguales, acabo de descubrir lo que os une. Pensaba que erais todos idiotas, pero ahora se que tenéis una buena escusa, estáis enfermos. Acabo de descubrir el mayor trauma psicológico de la historia. Acabo de encontrar el trauma más antiguo del mundo. El delirio universal. El padre de todos los delirios. Tomad nombre pues todos padecéis el síndrome del Pseudo-Dios. Admitidlo, cuantos de ustedes no han soñado alguna vez con poder ser dioses, con ser todopoderosos, inmortales, omnipresentes. ¿Cuántos de ustedes no siguen soñando con ello? Es el sueño de todo mortal. Un sueño reprimido que crea múltiples trastornos a lo largo de vuestras estúpidas e insignificantes vidas. Es cierto, vuestro afán por conseguir poder es el reflejo de ese sueño por autodivinizarse. Os explico el origen del trauma y tal vez lo entendáis mejor:

Todo sucedió una mañana feliz y alegre, en el que un humilde poblado (ya con la capacidad de razonar y reflexionar sobre el mundo en plenas facultades.) se hizo las preguntas prohibidas ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué morimos? No pudieron soportar el hecho de no encontrar una respuesta a esas preguntas. Ellos eran un pueblo inteligente, con respuestas a todo, no podían permitirse ese error. ¿Cómo explicar aquellos misterios de la vida? Solucionar todo misterio requiere de ingenio e imaginación, así que eso hicieron. Crearon una historia, un ser superior que lo explicase todo. Un ser que no necesitaba ser demostrado, pues era superior al propio mundo, superior a los sentidos de los mortales. De ese modo explicaban también nuevos misterios en relación con el nuevo ser como por ejemplo, por que no podemos verle, simplemente porque es superior. Automáticamente, ese pueblo quedó rebajado a un escalón inferior, el ser humano se tuvo que rebajar para “solucionar” los grandes misterios de la vida. Por todo el mundo proliferaron historias parecidas para explicar esos misterios, dependiendo de la imaginación de cada pueblo. El hecho de “poner respuesta” a esas grandes dudas existenciales, les tranquilizó. Pero el remedio puede ser peor que la enfermedad. Antes de poner un ser superior por encima de ellos, el poblado era una piña, estaba unido. Todos eran felices y todos cuidaban de todos, era el instinto de supervivencia, el bien de la comunidad garantiza mí supervivencia. Pero al imponer un ser superior y poderoso que cuidase de ellos, empezaron a desvariar. Fue entonces cuando el ser humano se entregó al poder, cuando cambio la supervivencia del grupo por la supervivencia del más poderoso. El ser humano vendió su alma al diablo y sin ser conciente de ello, dicen que ningún loco es conciente de su locura. Al instaurar dioses se instauraron valores con ellos, valores que era necesario instaurar para darle respuesta a los grandes enigmas de la vida, como por ejemplo el hecho de ser todopoderoso. Pero como ya he avanzado antes, eso es un gran error, pues el poder corrompe la conciencia del que lo tiene, pero más aun la de aquel que lo anhela. Aquel pueblo empezó por temer el poder de los dioses, eran como niños al amparo de su padre, realizaron sacrificios, amoldaron sus ideas a las de sus dioses para tenerlos contentos, el mundo empezaba a enloquecer, empezaba a entregarse al poder. El ser humano se comportaba como un niño que adopta las costumbres y las leyes que les imponen los padres. Todo eso hubiera estado bien, si los seres humanos no hubiesen dejado de ser niños, pues seguirían creyéndose la historia de los dioses eternamente. Pero con el tiempo, el poder de los dioses empezó a deteriorarse, tal vez por el hecho de que los sacrificios no daban muy buenos resultados, o las ideas de los dioses ya no eran tan compartidas. El pueblo empezó a desconfiar del poder de sus dioses, como el joven adolescente empieza a dudar de la autoridad de sus padres. Fue entonces cuando la humanidad tomó el aspecto del joven adolescente que se revela contra su padre. Esta lucha estaría bien si el hijo se librase de toda atadura y consiguiese verdaderamente la independencia que todo joven anhela. Pero que pasó, que después de tantos años bajo el poder corrompedor del poder, el joven decide cargarse a su padre, para ocupar su lugar. Y nosotros, nos encontramos en ese periodo de la historia, la religión está en decadencia, pero cada vez son más los humanos que se creen dioses, lo cual es muy peligroso. Cuantos menos adeptos tenga la religión, más pseudo-dioses andarán sueltos por las calles. Gente que busca ese poder que le ha estado reprimiendo toda la vida. Bandas que se tirotean en la calle, guerras, robos, asesinatos, violaciones, mentiras, maltratos, secuestros y una larga lista de problemas relacionados con ese afán por conseguir poder, por ser dioses. La gente busca aquello que le de poder, porque han asimilado a lo largo de la historia, que la felicidad va ligada al poder. Han aprendido que solo se puede ser feliz mediante el poder. Creyeron en dioses poderosos, porque estos les prometían el poder. Pero ahora, no creen en dioses, pero siguen pensando que el poder da la felicidad. De todos modos no se queda ahí la cosa, la cosa es más grave de lo que parece. Ya que no solo crea problemas el hecho de intentar convertirse en dioses, también crea problemas el hecho de verse frustrado en ese intento inalcanzable. Suicidios, depresiones, alcoholismo, drogadicción, venganza, son unos de los ejemplos de los problemas creados por la frustración de no poder ser dioses, de no poder tener poder. Cuanto daño a hecho la imaginación ¿no creen? Supongo que una vez explicado esto, los que lo hayáis entendido, os preguntareis “¿Cómo podemos curarnos de ese delirio primigenio?” (La respuesta es tan simple como complicada) “Enterrar a todo dios y asimilar los misterios de la vida como algo positivo”. Dicho así parece fácil, pero este proceso llevará mucho tiempo, pues el síndrome del pseudo-dios está enraizado en los orígenes de la humanidad. No obstante, se puede intentar hacer ver a todo pseudo-dios, que intentar ser dioses no lleva a buen puerto. Algo parecido a esto:

Los seres humanos miran al cielo y ven un dios, alguien todopoderoso que los protege. Alguien que no sucumbe a los altibajos de la vida, alguien que está por encima de todo eso, alguien que supera incluso la muerte, alguien que tiene el control absoluto. El ser humano piensa que tener el control es lo que le proporciona felicidad. Pero se equivoca (Esto se explica en la Teoría de la perfección imperfecta, que no he querido añadir por no alargar esto demasiado.) No es de extrañar que ese simple mortal intente escalar hacia ese dios para poder ser como él. Aunque en su escalada tenga que dejar atrás a sus amigos y seres queridos. Aunque tenga que pisotear sus sueños por conseguir ese sueño de ser todopoderoso. Lamentablemente, una vez llega a lo más alto, junto a su dios, este le dice que mire hacia abajo. El pobre mortal, contempla con lágrimas en sus ojos todo lo que ha dejado atrás por conseguir, tan solo, una posición privilegiada desde donde contemplar el sufrimiento y los sueños rotos que ha ido dejando a su paso. No es de extrañar que este nuevo dios considere que en lugar de felicidad a conseguido ser el ser más infeliz de los seres y por tanto salte al vacío para encontrarse con la muerte, salte al vacío para reencontrarse con la vida que ha perdido. (Esta historia se puede reforzar con la Teoría del Dios-imperfecto. Teoría que centrándose en la religión cristiana, trata de explicar el porqué los dioses no sirven para otra cosa que para marear a los seres humanos. Esta teoría tampoco la he expuesto, al menos detalladamente, para no alargar mucho.)

Con esta breve explicación, no se consigue mucho, pero tal vez haga reflexionar a más de uno. Tal vez haga replantearse el hecho de que buscar el poder, es una perdida de tiempo y de felicidad. ¿Qué aguardará a todos aquellos que queden libres del delirio universal? (Esa pregunta parece la de una secta, pero recordad que aquí no pretendemos manipular a nadie, no nos gusta el poder.) Les aguardará una vida libre de poder, una vida totalmente libre. Una vida en plena armonía. Una vida en comunidad, como la de muchas tribus de hoy en día que no tienen dioses, o sus dioses son simplemente animales o cosas materiales sin poder o valor alguno.

Una metáfora que ayuda a entender mejor esto, es la de los lobos y los perros:
En la actualidad la gran mayoría de personas actúa como perros, obedecen a un ser superior, bien sea un dios, un pseudo-dios o un elemento que dé poder como el dinero. Todos se atan a algo y luego sueñan con ser libres. Todos tienen miedo al fracaso, pues supone rebajarse en ese empeño por ser dioses, ese miedo al fracaso hace que prefieran que alguien les guíe, que alguien más poderoso asuma las consecuencias de tomar decisiones. Ese ha sido el éxito de la democracia, la cobardía de los perros, el miedo al fracaso a tomar decisiones importantes. Los perros viven atados a miles de cosas, algunas materiales otras metafísicas, pero todas relacionadas con el poder. Incluso han conseguido encadenar bajo el poder algo tan libre como el amor. Encadenan su amor bajo los eslabones de poderes eclesiásticos o jurídicos, se casan y luego se extrañan al ver que su amor se va deteriorando con el tiempo. Imaginase a un perro atado, su dueño le ofrecerá cariño al principio, pero poco a poco irá dándole menos importancia ¿Por qué? Por el simple hecho de saber que su perro ya no podrá escaparse de casa, está bien atado y el amor se va ahogando con cada tirón de cadena, el amor está poseído, tiene dueño y se ahoga. En cambio, imagínese ahora un lobo, que se adentra en una casa y recibe cariño y cuidados de sus dueños, pero estos no le atan, dejan que salga de casa, que se divierta y le esperan ansiosos, con mucho cariño que darle. Lo tratan tan bien cada vez que vuelve a casa, que el lobo no necesita buscar cariño en otras casas y cada vez frecuenta más la casa donde tan bien le tratan. De este modo, el amor no se ahoga ¿La clave del éxito? El amor para un perro son duros y pesados eslabones de poder que le atan a modo de cadena. El amor para un lobo es como un fino y suave lazo que en el caso de que haya confrontación y una parte intente tirar de la otra, en lugar de estrangular, libera. Es como tirar de un lazo para desatarlo. De este modo, el lobo puede alejarse un poco de la casa, pero cada día volverá a “atarse” a esa fina tela de seda que tan confortable y feliz le hace el resto del día. Como veis no hace falta ser muy inteligente para saber quien es la persona feliz en esta metáfora. Obviamente, los lobos. Los lobos representan esa persona liberada del delirio primigenio. Un lobo no busca tratar de ser un pseudo-dios. Un lobo busca la felicidad por otros medios menos esclavizantes, más liberadores y, por tanto, doblemente satisfactorios y duraderos. Un lobo se comporta como un niño, me explico, los niños no tienen ni pasado ni futuro, por eso viven el presente. Un lobo sabe que la memoria es muy imperfecta y que su capacidad de predecir el futuro es nefasta, con lo cual se aferra a vivir el presente lo mejor posible. Esto no quiere decir que un lobo no piense en el futuro o el pasado, simplemente no le da la importancia que le dan los adultos o los perros. Un lobo siente necesidad de aprender y se empapa de todo conocimiento que le resulte interesante. Un lobo comparte toda información, para que el resto de lobos puedan empaparse de ella y ampliarla (Algo como lo que estoy haciendo aquí.) A un lobo no le importa que otros le arrebaten la fama (de ahí la forma tan extraña de empezar este texto), pues un lobo no pretende hacerse famoso con sus ideas, simplemente las comparte de forma gratuita, pues las ideas han de fluir libres. Un lobo, está curado del miedo al fracaso, porque sabe que el resto de personas son lobos, y ante el fracaso en lugar de pisotearle, tratarán de ayudarle, para que el fracaso sea tomado como algo reforzante. A un lobo no le importará tomar sus propias decisiones y asumir su parte de responsabilidad, porque no tendrá miedo del fracaso. Un lobo, nunca padecerá depresiones crónicas, porque en los momentos de depresión tendrá a su lado una manada de lobos que en lugar de descuartizarle como carroñeros, le ayudarán a seguir adelante, por el bien de la manada. Además, un lobo cuenta con la bipolaridad interna, que le ayuda en los momentos duros. Un lobo aceptará la bipolaridad de la vida, lo cual le prevendrá contra depresiones. Un lobo sabe que la vida es bipolar, que unas veces se gana y otras se pierde, que unos nacen y otros mueren, que unas veces toca ser feliz y otras triste. Ante esta bipolaridad el lobo echa mano de su propia bipolaridad para “contrarrestar” la bipolaridad de la vida. En los momentos de depresión aprovecha para inspirarse y reconducir ese momento negativo para sacar consecuencias positivas como obras de arte, canciones o textos, por ejemplo. Un lobo pone al mal tiempo buena cara. Pero ojo, también sabe ponerle al buen tiempo “mala” cara. Me explico, ante un momento sumamente feliz no se deja llevar por la embriaguez de la felicidad y aprovecha para centrarse más en cosas negativas, para tratar de arreglarlas. Esto no quiere decir que en los momentos de felicidad un lobo este triste y en los de tristeza un lobo este feliz, no. Lo que quiere decir es que un lobo aprovecha toda situación extrema para inspirarse en el extremo opuesto, nada más. Un lobo no le teme a la muerte o al azar, los asume con estoicismo, como parte de la vida, como una parte que le da sentido a esta, la bipolaridad. Un lobo se niega a tomar parte de algo relacionado con el poder, pues sabe que eso supondría enfermar mentalmente y aparecerían síntomas como la codicia, la avaricia, el odio, etc. De este modo el lobo se centra en potenciar otros “síntomas”, más sanos para el cerebro, como el respeto, la amistad, la generosidad, la fraternidad, etc. Pues sabe que esos “síntomas” le proporcionarán la felicidad y la libertad que siempre a anhelado.

Creo que ha quedado bastante clara esta metáfora y no hay mucho más que decir. Pero por si acaso, ahí va otra metáfora que me gusta mucho y personalmente, creo que explica mejor todo esto:

Un grupo de niños, juega en el patio del colegio a fútbol. Han elegido los equipos al libre albedrío, por aquello del “pito, pito gorgorito”. Se les ve felices, ríen ante los fallos de sus compañeros, incluso los que han cometido el fallo (Bipolaridad, ante algo negativo todos ríen y lo toman por positivo, como un refuerzo. Fallar supone aprender.). Todos se animan unos a otros se felicitan por hacer las cosas bien y consuelan a aquellos que lo han hecho mal con frases como “No pasa nada, un fallo lo tiene cualquiera, lo importante aquí es divertirse.” (Como podéis observar el termino fracasar, para estos chavales no es hacer las cosas mal, sino no pasárselo bien. Es lógico que estos chavales no tengan miedo a hacer las cosas mal y solo se preocupen en pasárselo bien. Todos aprovechan el Flow, se divierten con lo que hacen y por tanto sale mejor.). No hay capitán de equipo, todo el equipo se apoya y se refuerza. A estos niños no les importa ganar o perder, solo piensan en divertirse, saben que en la vida unas veces ganan unos y otras veces ganan los otros, pero nadie pierde pues todos son felices. Tanto si ganan o pierden ambos equipos lo celebran, los perdedores dan la enhorabuena a los ganadores con una sonrisa en la cara y se alegran por el triunfo de sus compañeros. Los ganadores reciben la enhorabuena y felicitan a los rivales por el buen partido y dejan que los “perdedores” se contagien del triunfo y lo celebren junto a los ganadores (Esto sirve para explicar mejor la Bipolaridad ante momentos positivos. Los ganadores celebran su triunfo, acto positivo, pero tienen en cuenta a los que han perdido y tratan de animarles celebrando su triunfo con ellos.) Esa noche duermen todos felices y con la satisfacción de haber jugado un buen partido.

Veamos ahora el otro caso, el caso de los niños cegados por el síndrome del pseudo-dios. Estos nuevos niños saben que para ganar hace falta elitismo, elegir a los mejores, a los más poderos. De este modo, los niños eligen a su equipo estudiando y clasificando a sus compañeros. Eligen a los que mejor juegan primero, de este modo se aseguran ganar. Estos nuevos “niños” ya no piensan en pasarlo bien, solo serán felices si ganan, han depositado su felicidad en una fría copa de metal reluciente que les dará la felicidad o les condenará. Se van eligiendo a los mejores, se deposita una responsabilidad muy grande en ellos y ellos son conscientes de ese peso, se quedan los malos, los apestados, los que se van a quedar en el banquillo, infelices. Pero la cosa va más allá, si alguien comete un error, aunque sea el capitán del equipo, se le criticará y presionará para que no vuelva a equivocarse. Esto hace que los jugadores tengan miedo al fracaso, miedo a equivocarse y esto merma su felicidad. Se ponen nerviosos, se alteran, sienten la presión, cometen más fallos. Los mejores jugadores, tras realizar varias jugadas ejemplares, comienzan a creerse dioses. Se apoderan del balón y se niegan a pasárselo a sus compañeros, que se enfadan al sentirse interiorizados. Al final del partido unos ganan, disfrutan de diez minutos de felicidad (que vuelcan mayoritariamente en su capitán), en lugar de haber disfrutado los noventa minutos de partido, en los cuales han estado sufriendo. Pero otros pierden y sienten la pena y la condena de haber perdido, el precio pagado por ese miedo al fracaso, estos han sufrido durante los 90 minutos de partido viendo como su felicidad se les escapaba de las manos y después del partido su amargura aun sigue al ver con odio y desprecio como lo celebran sus rivales. Eso es debido a que son incapaces de alegrarse por sus compañeros, el elitismo ha convertido a sus compañeros en rivales, aquellos que les han arrebatado el triunfo, la felicidad. Aquellos que ahora se ríen y burlan de ellos por ser unos perdedores. Esa noche solo el capitán del equipo ganador y pocos más duermen con una sonrisa en la cara. El elitismo es el monopolio de la felicidad. Recoge la felicidad larga y duradera de todos, para entregársela condensada a unos pocos en un breve periodo de tiempo. Esto podemos aplicarlo a la vida, la vida es como un partido en el que podemos jugar como aquellos niños que buscaban la felicidad y pasárselo bien ante todo, sin tener nada que lamentar o jugar como aquellos “niños” que solo piensan en ganar y en esos diez minutos de gloria. Creo que no hace falta ser muy inteligente para tener claro cual es la forma correcta de jugar.

Eduard Punset, suele decir que la felicidad está en la sala de espera de la felicidad. Lo que quiere decir que la felicidad no se puede alcanzar, la felicidad se encuentra en ese camino hacia las metas y propósitos, que una vez conseguidos hacen desaparecer la felicidad. Para explicar esto pone como ejemplo a su perrita, que parece saltar de felicidad cada vez que ve a Punset prepararle la comida. Pero una vez la tiene delante, hay veces que no le da ni la menor importancia y pasa de ella. Bien, aprovecharé el ejemplo de la perrita (pues me viene que ni pintado) para explicar mi siguiente punto de vista. Hay dos tipos de felicidad, como hemos visto en el ejemplo anterior. La felicidad que buscan los perros y la que buscan los lobos. La felicidad que buscan los perros, es aquella que se encuentra en la sala de espera de la felicidad. Es esa felicidad que viene producida por el hecho de obtener una meta, de conseguir algo inalcanzable, de conseguir ese trofeo reluciente en el ejemplo de los niños. Ese trofeo proporciona una felicidad de baja calidad, una felicidad fugaz, efímera. El trofeo quedará olvidado en alguna estantería sin más valor que un misero recuerdo. Pero tenemos otro tipo de felicidad, la felicidad de los lobos. La felicidad que nos proporciona el simple hecho de vivir. Es la felicidad que proporciona la sonrisa de un niño, la felicidad que proporciona ayudar a alguien, la felicidad que proporciona un beso, una caricia, una ilusión, la felicidad del día a día. Esa felicidad que los perros no saben apreciar por estar obcecados en conseguir algo poderoso que les de felicidad. Esa felicidad que los niños del primer partido han sabido apreciar, disfrutando de cada minuto de partido, incluso disfrutando de los errores y momentos negativos, pues como lobos saben redirigir lo malo para volverlo positivo. Esa es la felicidad más duradera de todas, una felicidad que puede durar toda una vida si sabe administrarse. Muchos piensan que para ser felices uno ha tenido que pasarlo mal previamente. Por eso conseguir una vida perfecta tampoco proporciona felicidad y eso lo admito, de hecho no es mi intención conseguir un mundo perfecto (Teoría de la perfección imperfecta). Pero sí proporciona felicidad una vida de altibajos, como una montaña rusa. ¿Qué tendría de divertido una montaña rusa totalmente recta? Perdería su gracia, su magia, aquello que nos hace estar vivos, la bipolaridad. En el término medio está el aburrimiento. La clave de la felicidad reside en saber pasearse por los opuestos pasando de vez en cuando por el centro, como una montaña rusa. La clave de la felicidad está en ver en lo negativo lo positivo y en lo positivo lo negativo. Vivir como esos niños que ante un fallo negativo de uno de sus compañeros, en lugar de oprimirle con términos negativos, le refuerzan con términos positivos. Como esos niños que tras ganar el partido, algo positivo, se acuerdan de los que no han ganado, algo negativo, y les dejan contagiarse de ese positivismo. Creo que esto es todo y que no me dejo nada (Salvo las "teorías" del dios imperfecto y la de la perfección imperfecta.) en el tintero, en tal caso, publicaré un anexo. A todo aquel que haya llegado al final sin agobiarse espero que lo haya entendido todo (de no ser así, por favor deja un comentario con tu duda.).

Aristóteles decía que hay dos extremos el extremo animal, y el extremo divino. Y en el centro se encuentra el filósofo. Yo no soy filósofo, por eso me he tomado la molestia de danzar por los extremos ensimismado por la bipolaridad de la vida. Gracias a mi bipolaridad, pude sentir lo que sentiría un Dios y lo que siente un animal libre como el lobo, creo que es un buen modo de explicar como surgió toda esta teoría usando una parte de ella. La teoría de la bipolaridad me hizo crearla, paradójico ¿no creen? La bipolaridad de la vida es lo que la hace tan especial, fuimos unos necios al pretender erradicar esa bipolaridad bajo el poder de un ser imaginario. La vida es arriesgada por culpa de esa bipolaridad, pero quedarse en el centro es tan aburrido…Danzad compañeros, danzad libres por esa bipolaridad, solo así podréis ser felices…

* Por cierto, se me olvidaba, para los que no lo hayáis reconocido el principio del texto es de una canción de Nach, Infama, no me gusta apoderarme de lo ajeno.

(Esto no es más que una “teoría” (no me atrevo ni a considerarlo como tal). Tan solo es mi forma de ver y entender el mundo. Puede tener sus fallos y errores, pero creo que es bastante creíble. No es mi intención que creáis en esto (recordad que los lobos no buscan la fama o el reconocimiento, solo comparten sus ideas.), simplemente pretendo dejarlo caer para que cada cual tome sus propias conclusiones. Algunos pensareis que el loco, aquí, soy yo, pero acaso loco no es el seudónimo de los genios y los amantes. Debe ser porque todo genio ama su obra y todo amante ha de ser un genio. Simplemente deseo que el texto os haya servido de ayuda y que hoy salgáis a la calle más contentos y os contagiéis de las cosas pequeñas de la vida y de su bipolaridad. Un saludo y un abrazo a todos.)

12 feb 2009

Camino a la felicidad.


Arrebato psicológico.


Mucho hablar de felicidad y que hay que llegar a ella, pero no diré nada de cómo llegar hasta ella y que beneficios ofrece. Bien, creo que es hora de calzarme las botas de psicólogo y tratar de desvelar ese “misterio” contándoos lo poco que se. Dejad que esta brisa de optimismo y buen rollo invada vuestras vidas.


Antes de emprender el camino a la felicidad, creo que es conveniente explicar una metáfora que yo establecería de vital importancia para entender la forma de alcanzar la felicidad. La metáfora es bastante simple, tan simple que resulta un poco pobre. La metáfora establece que toda persona tiene un cubo interior que se llena o vacía de felicidad. Obviamente el cubo representa nuestro interior y el hecho de que este más lleno o más vacío representa el grado de felicidad. Toda persona tiene un cucharón con el que llenar o vaciar los cubos de los demás. Sí, parece un simple juego, pero la felicidad es un juego en el que unas veces se gana y otras se pierde. El cucharón representa actos, gestos, detalles que tenemos con los demás. Como ya hemos dicho el cucharón puede llenar los cubos de los demás (con gestos y actos positivos, buenas palabras, elogios, agradecimientos, etc.) o vaciarlos (con gestos y actos negativos, falta de tacto, ofensas, reproches, etc.) El caso está en que si vaciamos el cubo de alguien el nuestro también se vacía, por otra parte si decidimos llenarlo el nuestro también se llena. Somos libres de llenar o vaciar los cubos de los demás, pero creo que no hace falta ser muy inteligente para saber cual de las dos opciones es la mejor para todos.

Hasta aquí la parte digamos verídica y científica del texto, a partir de ahora todo parecido con una teoría psicológica será mera coincidencia.

Como alcanza la felicidad un lobo, obviamente la base está establecida, los cubos vistos anteriormente. Mantener tu cubo lleno, depende de dos factores: el hecho de llenar los cubos de los demás y el hecho de ser optimista. ¿Por qué es importante ser optimista? Se podría decir que un pesimista tiene su cubo agujereado y que por mucho que trate de llenarlo, se va vaciando rápidamente con el tiempo (aunque no vacíe el cubo de nadie, simplemente se vacía solo, se vacía a si mismo). El problema y el riesgo de esto es que a medida que la felicidad desciende en el cubo, va siendo más y más difícil salir de esa espiral. Antes de llenar el cubo de una persona pesimista se debe arreglar el agujero, de no ser así halagarle y demostrarle cariño va a ser una perdida de tiempo. La diferencia entre un pesimista y un optimista, es que el pesimista solo contempla y ve alcanzables las opciones negativas, el optimista en cambio contempla tanto las positivas como las negativas. ¿Cuál creéis que es más realista entonces? El pesimista que solo contempla la realidad negativa o el optimista que contempla ambas realidades. Con lo cual, no hace falta ser muy inteligente para saber que actitud es más acertada. El lobo lo sabe, el lobo es optimista, el lobo no teme arriesgarse porque el fracaso no le hunde, le hace más fuerte. El lobo, nunca se viene abajo, sabe afrontar y llevar el control en los momentos negativos y los baches que trae la vida. Un lobo se acepta a sí mismo y acepta sus defectos como parte de la disparidad en la personalidad de las personas. Un lobo sabe que un mundo donde todos fuésemos perfectos sería imperfecto y un mundo de personas imperfectas sería perfecto (la perfección es bella, pero lo que realmente nos enamora son los defectos, ya que son lo que nos hace únicos) (Pensad un poco y veréis como tengo razón, cuando alguien quiere imitar a alguien copia siempre sus defectos y tiende a exagerarlos, el hecho de ser tartamudo, bajito, con voz de pito, etc.). Un lobo no tiene miedo a lo desconocido (la muerte, por ejemplo) o al azar, lo afronta con fascinación y admiración, pues el azar y los misterios de la vida son defectos que le dan sentido a esta y hace que nos enamoremos de ella. Un lobo es autodidacta, siente la necesidad de empaparse de todo conocimiento que le resulte interesante, sin importarle lo que digan los demás. Un lobo comparte toda información que considere valiosa y de importancia para los demás lobos (se podría decir que es lo que estoy haciendo yo ahora), pues las ideas y la inteligencia crecen a medida que se impregnan del contenido de cada cabeza en la que entran. Un lobo es estoico, sabe que se puede alcanzar la libertad y la tranquilidad tan sólo siendo ajeno a las comodidades materiales, la fortuna externa y el poder. Un lobo sabe entregarse al amor y a todas sus variedades (respeto, amistad, fraternidad, etc.), pues es consciente que es el sustituto ideal del poder. ¿Por qué el amor como sustituto? El amor es el pedestal donde yace la autentica felicidad. Felicidad de oro y salud es efímera. El dinero y la salud proporcionan una felicidad que desaparece rápidamente. El amor crea recuerdos, vínculos y pasiones que duran años. Los individuos que se sienten parte de un grupo, son más felices. ¿Necesitáis más ejemplos? Hay uno que creo que es bastante bueno para explicar esto. Imaginad un grupo de niños que juegan al futbol, forman el equipo al libre albedrío por aquello del “pito, pito” una vez formado el equipo, juegan sin más, se lo pasan bien, todos son un equipo, todos ríen. Si uno falla todos ríen, incluido el que ha fallado, pues saben que un fallo lo tiene cualquiera y el que ha fallado no tiene miedo al fracaso. No hay capitán de equipo, todo el equipo se apoya y se refuerza. A estos niños no les importa ganar o perder, solo piensan en divertirse, saben que en la vida unas veces ganan unos y otras veces ganan los otros, pero nadie pierde pues todos son felices. Pero ¿qué pasa cuando los niños aprenden que el elitismo es un seguro para el éxito? Pues vamos a ver… Los niños eligen a su equipo estudiando y clasificando a sus compañeros. Eligen a los que mejor juegan primero, de este modo se aseguran ganar. Estos nuevos “niños” ya no piensan en pasarlo bien, solo serán felices si ganan. Se van eligiendo a los mejores, se deposita una responsabilidad muy grande en ellos y ellos son conscientes de ese peso, se quedan los malos, los apestados, los que se van a quedar en el banquillo. Automáticamente los que van al banquillo dejan de intentar ser felices. Pero la cosa va más allá, si alguien comete un error, aunque sea el capitán del equipo, se le criticará y presionara para que no vuelva a equivocarse. Esto hace que los jugadores tengan miedo al fracaso, miedo a equivocarse y esto merma su felicidad. Se ponen nerviosos, se alteran, sienten la presión. Al final del partido unos ganan, disfrutan de diez minutos de felicidad, en lugar de haber disfrutado los noventa minutos de partido. Otros pierden y sienten la pena y la condena de haber perdido, el precio pagado por ese miedo al fracaso, en lugar de alegrarse y contagiarse de la felicidad de sus compañeros. Eso es debido a que son incapaces de alegrarse por sus compañeros, el elitismo ha convertido a sus compañeros en rivales, aquellos que les han arrebatado el triunfo, la felicidad. Esto podemos aplicarlo a la vida, la vida es como un partido en el que podemos jugar como aquellos niños que buscaban la felicidad y pasárselo bien ante todo, sin tener nada que lamentar o como aquellos “niños” que solo piensan en ganar y en esos diez minutos de gloria. De nuevo no hace falta ser muy inteligente para saber como es conveniente jugar el partido de la vida. Eduard Punset suele decir que la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad, esto quiere decir, más o menos, que no podemos alcanzar la felicidad, sino ser felices esperándola. Somos felices al ver como nos acercamos a las metas y objetivos propuestos (Objetivos que supuestamente nos dan la felicidad), pero una vez alcanzados, la felicidad empieza a desaparecer. En parte estoy de acuerdo con Punset, pero aun a riesgo de parecer un metomentodo, me permitiré la libertad de modificar está expresión. A mi parecer, la felicidad se encuentra en una sala y nosotros nos encontramos en la sala de espera. En la puerta de la felicidad se encuentra la vida, inflexible, controlando quienes pueden pasar y cuanto tiempo pueden pasar dentro de la sala. En la sala de espera hay dos tipos de personas, las que buscan el triunfo, ganar por meritos propios, y los que buscan entrar en la sala de la felicidad junto con sus compañeros. Los que buscan el triunfo se enfrentan al portero de la felicidad (la vida), desafiantes, alterados, mostrando su poder. Cuanto más poder tengan más agresivos serán y más fácil será que entren en la sala de la felicidad. Luego están aquellos que buscan entrar con sus compañeros, estos actúan de otra forma, conversan con la vida, se hacen amigos de ella, todos le muestran su beneplácito a la vida. De este modo se ganan su confianza y cuanto más y mejor conozcan la vida más fácil será que les deje pasar. Como veis ambos utilizan sus artimañas para lograr la felicidad. El problema es que la vida no es idiota, sabe quienes son los que la han respetado y quienes se han encarado a ella con prepotencia y arrogancia. De este modo la vida deja pasar a ambos grupos, al individuo arrogante y al grupo de individuos. Pero al cabo de los pocos minutos vuelve a por el individuo arrogante y lo arroja hacia fuera. El grupo sigue con su felicidad. Ríen, se divierten, mientras escuchan como el individuo arrogante discute con la vida y se enfada con ella por no dejarle ser feliz. Al cabo de unos días, la vida vuelve a dejar pasar al arrogante, pero esta vez se acerca a un miembro del grupo que al ver llegar a la vida, empieza a entristecerse. Pero el grupo le ayuda, entre todos logran convencerle a él y a la vida de que debe seguir siendo feliz. Al cabo de unos minutos vuelve la vida y los saca a todos de la sala. El individuo arrogante vuelve a discutir, se enfada, se hunde cada vez más. Los del grupo, ríen, siguen divirtiéndose, pues ahora que no están en la felicidad, saben que es momento de recordar lo bien que lo pasaron dentro de la sala. Le agradecen a la vida haberles permitido estar tanto tiempo en la sala, esta lo tiene en cuenta y al cabo de unos días vuelve a dejar pasar al grupo, porque se lo merecen. Creo que de nuevo no hace falta ser muy inteligente para saber que actitud es la correcta para lograr la felicidad. Un niño pequeño sería capaz de saber cual es la mejor opción. Sin embargo el ser humano sigue pensando que ser obstinados y cabezotas en conseguir el poder es la clave de la felicidad. Nos creemos muy inteligentes, pero cualquier niño nos pegaría una paliza en esto de buscar la felicidad. Tal vez los adultos no sean tan inteligentes como se creen. Termino con una frase de Jean de la Bruyere, creo que bastante apropiada: Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.

P.D.: No se si habrá quedado claro como llegar a la felicidad, esto son solo teorías. Quien quiera entender que entienda. No olvidéis ser como sois, con defectos incluidos y sobretodo con una sonrisa en la cara.