31 may 2009

Capítulo 12. La discordia está sembrada.

Ahí estaba el Poeta, con cara de gilipollas intentando comprender la actitud de la joven y el porqué de aquella pregunta.
No me mires así, solo un gilipollas sería capaz de comportarse de esa manera. Estoy segura de que esa chica te ha utilizado, se ha aprovechado de ti y ahora te abandona como quien abandona a un perro callejero y tú, tan gilipollas, decides seguir siendo su amigo, como si nada hubiese pasado para que ella pueda seguir aprovechándose de ti. ¿Me equivoco?– una sonrisa macabra era lo único que se podía observar de su rostro.
No me ha utilizado, somos amigos, fuimos algo más que eso y ahora volvemos a ser amigos.– la sonrisa bonachona del Poeta anuló la sonrisa macabra de la joven, que se puso seria.
¿De verdad erais amigos? Estoy segura de que tú le ayudabas en todo lo que necesitaba y te preocupabas por ella ¿hacia ella lo mismo por ti?
Sí, me ayudaba, se interesó por mi sueño de cambiar el mundo y se unió a él.
Sí, y ahora abandona el sueño y a su dueño. Pobre iluso… Despierta de una vez, esa chica te ha utilizado, tú se lo entregaste todo, tus sueños, tu amor, tu interés y dedicación y ella no te ha dado nada de nada. Y no creo que te lo de como amiga, porque no tiene interés por ti, pasa de ti, admítelo. Se lo has dado todo y ella no ha sabido apreciarlo, así que puerta, mándale a la mierda, no se a que esperas. Si sigues a su lado te engatusará con falsos sueños, con falsos intereses, con falsedades de todo tipo, lo hará para seguir aprovechándose de ti, mientras tú sufres. ¿Es eso lo que quieres? ¿Quieres convertirte en su esclavo? Por favor, ves, ese es el problema que tenéis las buenas personas, todos os acaban tomando el pelo, todos se aprovechan de vosotros y vosotros sois los verdaderos culpables. Si no lo dieseis todo por todos, la gente de vuestro alrededor no se aprovecharía tanto de vosotros. Tienes que aprender a ser malo, no puedes ir de bueno por la vida. Así que pasa de ella, si ella ha querido pasar de ti, haz tú lo mismo, deja de preocuparte por los demás y preocúpate solo de ti mismo como hace ella.
Tienes razón, ya está bien, hasta aquí ha llegado mi paciencia, lo mando todo a la mierda, se acabó voy a pasar de ella.– La cólera, el odio, se podía ver reflejado en los ojos del Poeta, había dejado de ser el que era.– Vente con nosotros si quieres al río, nos lo pasaremos bien.
No, no, da igual, tengo cosas que hacer, ya nos veremos en otra ocasión.– y se fue rápidamente sin despedirse.
Tras cambiarse y coger la toalla, el Poeta pasó por delante de la casa de la Vehemente y allí estaba ella esperándole. Se acercó a él de forma muy amistosa y alegre.
¿Preparado para que te dé una paliza en el río?– el rostro serio del Poeta hizo que la Vehemente se entristeciese y la respuesta del chico le hizo saber que algo malo estaba pasando.
Bueno…– el Poeta ni siquiera se digno en mirarle a la cara.
Dos siluetas, difusas como dos almas en pena, avanzan acompañadas por un silencio incomodo. La felicidad habían desaparecido entre dos amigos por culpa de la Discordia.
Continuará...

3 comentarios:

Adrián dijo...

C-R-A-C-K........

Ana dijo...

¿¿El poete se va a dejar engatusar tan fácilmente por la discordia?? Se me cae un mito... jeje
Un beso.
PD: Me gustan los dibujitos que estás añadiendo al final jejeje

Ácrata dijo...

Vaya...realmente sabes enganchar a la gente, los sentimientos son difíciles de controlar y en esas situaciones, aunque pretendas tomártelo lo mejor posible, salen a la luz algunos sentimientos que no desearías,y entonces empieza un debate. Y es que somos humanos, en ocasiones sentimos odio, rabia y rencor. Supongo que es inevitable.
Un besito y me está encantando esto.