10 jun 2009

Capítulo 14. Alimentando la Discordia.

Tras una copiosa comida en la que tanto el padre como la hija no dejaron de soltar comentarios desagradables que atragantaron en más de una ocasión la comida a la familia de la Vehemente. El padre se despidió con una escusa barata y la Vehemente le propuso a la joven jugar a algún juego de mesa en su habitación, para, pese a los comentarios desagradables, intentar entablar una amistad. Nada más encerrarse en su habitación Discordia empezó su juego de manipulación. Se acercó a la Vehemente, la cual estaba con cara de pocos amigos, pues su mente todavía no había asimilado el comportamiento distante del Poeta, y le dijo con una falsa dulzura en su voz:
¿Qué te ocurre? Estas triste…
No, no pasa nada.
Es por el chico de esta mañana ¿verdad? ¿No querías dejarle?
Eso no es de tu incumbencia…– a la Vehemente no le gustaba que se metieran en su vida y Discordia se estaba entrometiendo demasiado, lo cual aumentaba su mosqueo.
Esta bien, si no quieres hablarlo lo entiendo, pero creo que si una persona te hace sufrir tanto no merece la pena…
Tú no tienes ni idea, el Poeta siempre se preocupaba por mí, su actitud actual no es propia de él, creo que mi problema es que no me he preocupado por él o al menos no se lo he hecho ver y ahora me lo está devolviendo con la misma moneda…
Pobre necia ¿No te das cuenta de que su actitud no es más que el reflejo de un hombre despechado y egoista? Se siente herido y lo paga contigo, es decir, no te quiere tanto como prometía. Yo que tú no volvería a fiarme de él. Si está mosqueado contigo o quiere olvidarte, pasa de él, será lo mejor para ambos.
Somos amigos, no puedo pasar de él.
Él es tu amigo y lo ha pasado de ti ¿no? Lo peor es que estoy segura de que seguirá haciéndolo. No puedes considerarle tú amigo.
Creo que debería hablar con él.
¿Para qué? ¿No ves que es presa del resentimiento? Si le hablas sobre el tema te atacará con fuerza y te echará en cara muchas cosas, te hará daño. ¿Estás dispuesta a humillarte de esa forma por alguien que pasa de ti?
Es mi amigo.
Lo fue, ahora él ha decidido cortar la amistad y créeme, no está dispuesto a recuperarla. Asúmelo, es un falso, iba de buen amigo, de bonachón y a la mínima te deja tirada y pasa de ti, tan solo porque no le das lo que quiere, es un egoísta. Te ha engañado, te ha hecho soñar y te ha cortado las alas, alguien así no merece perdón alguno. Si sigues a su lado te seguirá haciendo daño, lo mejor para ambos es que paséis el uno del otro créeme.
Tienes razón, no puedo perdonar a ese tipejo…– la Vehemente apretaba sus puños con tanta rabia que su brazo le temblaba, la rabia le recorría el cuerpo y un par de lágrimas bañadas en ira le impedían ver la maléfica sonrisa de Discordia– Que se vaya a la mierda no quiero volver a verle ni ha dirigirle la palabra, me da asco.
Y de este modo tan sencillo Discordia consiguió destruir una vieja amistad en un par de minutos. Así funcionaba Discordia, se sentía bien viendo como todo a su alrededor entraba en cólera y caos. Espera el momento idóneo para atacar, cuando la víctima está sola. Lo que no sabía Discordia es que el Poeta se dirigía a casa de la Vehemente para hacer las paces con ella...
Continuará…

3 comentarios:

Ácrata dijo...

MeCagüen Discordia...xD
A ver qué pasa, estaré atenta.
Un besito.

Ana dijo...

Yo también me cago en discordia jaja Y pensar que hay muuucha gente así, qué pena...
Un beso.

G dijo...

A la larga, cuando el lazo es muy blanco o muy negro, no se puede dejar pasar, no se puede por más discordia que se aparezca en el camino... ("Porque somos inmotales, y siempre estaremos juntos..." ... Se me viene a la mente esa cancioncita de Cementerio Club)

¿POr qué tiene que ser tan difícil algunas veces?

¡Saludos!