8 jul 2009

Capítulo 18. La lucha comienza.

La puerta de la vieja casa se abrió de golpe, el Poeta alzó la cabeza del sofá un poco sobresaltado. Los tres chicos tomaron asiento alrededor del Poeta, el Sincero fue el encargado de comunicar la mala noticia.
La Vehemente se ha ido a la ciudad, dice que necesita unos cuantos días para pensar…
Genial.– dijo el Poeta con tono irónico y una sonrisa aparentemente falsa, pero que en realidad era fruto de cualquier pensamiento estúpido y gracioso.
El Anarco siguió con el resto de la información– Lo importante ahora es que sabemos que la culpable de todo esto es la Discordia. Tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para superar los problemas que nos cree Discordia solo así lograremos ser más fuertes.

Sonó un teléfono móvil, el Ingeniero se apresuró a sacárselo del bolsillo, en la pantalla aparecía el nombre de la Vehemente.
Dime.
He venido a la ciudad, para alejarme un tiempo del poblado, pero quiero que sepas una cosa…Me gustas.
La Vehementes colgó el teléfono, el Ingeniero guardó su móvil sin modificar su rostro. Pensó en decir que se habían equivocado, pero si quería vencer a Discordia debía ser sincero.
Se confirman mis sospechas. Era la Vehemente, dice que se ha ido a la ciudad para alejarse una temporada del valle y…–el Ingeniero clavó su mirada a la del Poeta– que me quiere…
El silencio tomó posesión de la sala. El Poeta volvió a sonreír, acto seguido rompió el silencio– Me alegro por ti, pido unos minutos de soledad, ahora vuelvo…–El joven se levantó del sofá y salió fuera para contemplar las estrellas.
En el interior el silencio volvió a tomar posesión, todos estaban preocupados por el Poeta. Todo parecía tornarse en su contra por momentos, pero sabían que el Poeta era un especialista en nadar contra corriente y que nunca tiraba la toalla ante nada. Ese es el poder de los soñadores, nunca se rinden, siempre luchan hasta que consiguen lo que desean. El Sincero clavó su mirada a la del Ingeniero y le preguntó:
¿A ti te gusta laVehemente?
Bueno ya sabéis que pienso yo del amor, para mí el amor no es más que un desajuste en la química corporal. Las hormonas se alteran, se liberan feromonas, te idiotizas…En fin, creo que desde que sospeché que su química corporal se alteraba por mí, mi cuerpo tambien empezó a alterarse con lo cual se podría decir que sí me gusta, hay química.
El Anarco no pudo evitar soltar una carcajada– Es un poco penosa tu definición de amor ¿no crees?
Acaso la tuya es mejor, la mía está más que demostrada…– se defendió el Ingeniero.
Por supuesto, para mí el amor es poder confiar tanto en una persona que le puedas dar toda la libertad del mundo. Si tienes a un ser querido a tu lado puedes experimentar la libertad, pues te olvidas de todo lo demás, solo estás tú y ella libres de todo lo demás, las preocupaciones, las fatigas, todo. La química importa poco si encuentras a alguien que te haga experimentar esa libertad.
Bueno no andáis desencaminados, pero para mí el amor se basa en la sinceridad. Un amor basado en mentiras es como un castillo de arena en la orilla, puede aparentar ser muy bonito y perfecto, pero una simple ola de discordia puede destruirlo…
El silencio volvió a estar presente, una voz procedente de la puerta trasera fue la asesina del silencio esta vez:
Por fin entro en escena. Sorprendedme...– dijo Discordia con una sonrisa de oreja a oreja. Había estado escuchando gran parte de la conversación.
Claro eso es, nuestros conceptos de amor son diferentes, si conseguimos unirlos todos, lograremos superar el primer desafió de Discordia…
Una voz procedente de la puerta principal, evitó que se produjera el silencio:
Mi concepto de amor es…
Continuará…

1 comentario:

Ana dijo...

¿Ella le dice que le gusta y él piensa que le quiere? Es lo único que no me ha encajado del texto, por lo demás creo que el amor es una mezcla de todas sus opiniones. Ains, el amor, el amor... Jejeje.
Un besito.