3 may 2009

Tiro la toalla...

Se acabó, tiro la toalla. Se acabó ser ese chico optimista y soñador. Cuando un gran sueño se desmorona ante ti, cuando no dejas de ver caer sueños y soñadores, acabas despertando del gran sueño, el sueño de pensar que la vida es sueño. Cuando te quedas sin ilusión, sin esperanza, sin rumbo, aprendes que los sueños son una tontería, una gran mentira y el amor es más de lo mismo, una suma tontería. El amor solo puede ser entendido por los que sueñan, pues el amor es un sueño y no es nada más que eso, una falacia, un engaño, una ilusión, algo que tarde o temprano terminará desapareciendo. Se acabó sonreír por nada, sin ilusión tampoco hay sonrisas espontáneas y alegres, solo falsas sonrisas y engaños, porque todo da igual ya, incluso la verdad. ¿Para qué molestarse en buscar la verdad cuando ya no hay ningún sueño que alcanzar con ella?
Me meteré de lleno en la sociedad de los desilusionados, de los que no sueñan con nada, de los que viven en la nada, de los muertos, de los que mienten, de los que les da igual todo, de los que se conforman solo con vivir, de los que no ríen. Me convertiré en mi antitesis, en lo que siempre he odiado, en lo que siempre he evitado ser, un alma en pena, un desilusionado, un pasota, un muerto, pues nada tiene sentido para él. Ilusionarse es engañarse. Es hora de crecer, Peter Pan ha muerto y los sueños han muerto con él, tengo que convertirme en uno más de esta sociedad de muertos vivientes, sin ilusión ni sentimientos, se acabó ser un crío. Aprovecho para informar que la historia Valle de los lobos no va a seguir, se acabó, todos sabemos que ese texto surgió de una ilusión que ha marchitado, no tiene sentido seguir escribiendo sobre esa ilusión. Ya no soy aquel que se aferraba al último resquicio de luz que desprendían sus sueños. Los sueños no están para cumplirse, están para perder el tiempo. Los que me conocéis pensareis “¿Cómo puede pensar eso? Él no es así, él siempre ha luchado por los sueños.” ¿Y qué he conseguido? Nada, al final nada es lo único que importa. Digamos que cuando la fe en los sueños falla, nada importa ya. Así que no haré nada, no me molestaré por nada, no me interesará nada, no me ilusionaré por nada, nada me enamorará, con nada soñaré, en nada pensaré, nada seré, nada me apasionará y nada me quedará al final…Solo me queda una última reflexión como niño soñador antes de dar el gran paso: Si hubiese nacido en otra sociedad, una sociedad más libre, donde los sueños pudiesen acariciarse y hacerse realidad, dónde los sueños no muriesen nunca, donde los sueños se reciclasen ¿Hubiese tenido que crecer o hubiese podido vivir con la mentalidad mágica de un niño toda la vida? Pensareis “¿Por qué no te aferras a ese sueño? Cambia el mundo para que todos puedan soñar libremente y no tengan que dejar de ser niños, así no tendrás que crecer y abandonar tus sueños, no tendrás que convertirte en nada.” Paso, todos sabemos que para que ese gran sueño se cumpla hacen falta muchos soñadores y en esa sociedad de adultos vacíos, entregados a la comodidad de la nada es imposible sacar sueños. El poder lo ha convertido todo en nada, cada vez quedan menos soñadores, menos personas que luchen por ver sus sueños hechos realidad, menos románticos apasionados por el afán de cumplir sueños, de ser felices, de ser niños. Nunca pensé que tiraría la toalla y menos con tanta seguridad, pero sin sueños ya no tengo que luchar por nada, por que nada es lo que ya tengo, estoy muerto, me han matado. Nada me queda y de la nada no puedo sacar lo que quiero, así que nada importa ya, a nada me aferro y nada ofrezco, lo siento ahora ya no puedo ofrecer otra cosa que no sea esta parrafada mal escrita y pesimista, pero me da igual todo y nada importa ya...

3 comentarios:

Ácrata dijo...

Me he quedado helada, de verdad... no me esperaba esto y me cuesta creer que seas tú el que lo diga. Aún así entiendo que una decepción, un golpe, una desilusión, te hagan ver las cosas sin sentido ni valor. A mí se me ocurre que los sueños están para luchar por ellos, sin luchar no hay vida, no hay nada. Pienso que quieres rendirte, quieres tirar la toalla y meterte en la sociedad de bobos, pero te jode no poder hacerlo porque tú no eres así y luchar por ser de otro modo es engañarte a ti mismo e imposible. Tú mismo lo dices; cada vez quedan menos soñadores, ¿Tú también te piras? Bueno, sólo tú puedes elegir. Yo te diré que no te rindas, no cometas ese error, no luches por dejar de ser tú, ni por una decepción, ni por nada. Llega un momento en que, es cierto, debes afrontar que la vida es como es y que la realidad es dura, pero parte de la realidad está formada por sueños, ilusiones y de esfuerzo por conseguirlos. No siempre va a salir bien, pero no por ello se debe tirar la toalla.
Me he entristecido al ver esto, no voy a engañarte, aún así espero que se quede en eso: una parrafada pesimista.
Un beso grande y muchos ánimos.

Adrián dijo...

Simplemente repito cada palabra de L.
Y remarco esta pregunta: "¿Tú también te piras?"... No Adri, tú no.

cuenk dijo...

Está bien, me habéis pillado, este texto fue un intento por tirar la toalla, un intento por volver a ser un sucio perro, pero no soy como ellos, no encajo en sus pensamientos. Seguiré siendo un perro callejero, seguiré aullando eternamente esperando que cien mil lobos salgan a mi encuentro y podamos fundar una sociedad donde poder soñar donde poder vivir libres, donde poder gozar. Estoy trabajando en otro texto más interesante.