22 abr 2009

Cuando el poeta prosaico se inspira en la amargura...

Vivo de nuevo desilusionado, como el poeta sin su musa, como el sol sin su luna, como un viejo mandil colgado en la pared esperando abrazar a alguien. Vivir sin ilusión es lo peor que le puede pasar a un romántico de la vida, es como vivir sin amor ¿De que sirve vivir si nada te hace ilusión, si nada te hace vibrar, si nada te apasiona? ¿De que sirve vivir si no puede ir compaginado de los sueños? Un romántico diría que en los momentos de desilusión es cuando más ilusiones se crean. Pero estoy harto de vivir entre ilusiones que se desvanecen cual estrella fugaz, cual sentimiento efímero y al final solo me quedará un sentimiento, la amargura. La amargura de descubrir que todo ha sido un sueño, que la vida no es tan perfecta como la soñamos, la amargura de saber que la vida no es un sueño. Sería demasiado fácil vivir sin ilusión, sin sueños, sin amor, pero me niego. Debería existir un mundo en donde los sueños se pudiesen alcanzar con facilidad, de ese modo la amargura se vería mermada. Al ser más accesibles, la gente soñaría más, amaría más y si un sueño se desvanece uno nuevo aparecería fugazmente para remplazarlo. Prometí no meter crítica en este texto, pero tengo que hacerlo. Estoy harto, harto de esta sociedad de desilusionados, arto de esta sociedad cuyos sueños están monopolizados por el poder. Un viejo sueño olvidado despierta dentro de mí, vuelve a darme fuerzas en estos momentos de desilusión: El sueño de conseguir un mundo donde todos tengan las mismas posibilidades de soñar, de amar, de ser libres, de ser realmente felices. Dicen que el secreto de un romántico ante los problemas es que sabe como convertir lo negativo en positivo. Ante la desilusión y el fracaso, mi otro sueño cobra fuerza y brilla con más intensidad que nunca. Cuanto más me desilusionen, con más fuerza brillará. Dicen los romanticos que cuando el poeta se inspira en la amargura, lluvia de ideas segura. Mi amargura desaparece, vuelvo a soñar, vuelvo a sentir, vuelvo a estar vivo…
Me despido con una de esas joyas que suelo sacar de lo más profundo de mi mismo, este tipo de joyas son las que ayudan a los románticos en sus duros momentos de amargura:
“Soñar es amar, vivir es poder compartir sueños.”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, hoy en día las personas ya no tienen ese tipo de sueños e ilusiones, vivimos engullidos por las precupaciones y la ambición. afortunadamente, no todo el mundo. por sin sueños no merece la pena vivir.
Simplemente genial, y gran última frase.

Adrián dijo...

Adri.. acompañame si quieres.. yo vivo en ese mundo, aunque el problema esque estoy completamente solo. Pero me niego a abandonarlo, nunca he permitido que otros me arranquen mis sueños, aunque ellos sean sus causantes y sus destructores al mismo tiempo..
Me alegro de tu reflexión final, al menos, siempre sabes sacar algo bueno.. ya te dije que te envidiaba por ello ;).

"La LoCa De LoS GaToS" dijo...

Menudo cambiazo has pegado al blog! pero falta el lobo! me gusta mucho, respecto a lo que he leído...aparte de que eres un crak escribiendo...yo soy una romántica que sueña...desilusionada por la gente mala del mundo, y desilusionada por no poder cumplir sueños...menuda rayada me estoy pegando...me alegro que vuelvas a sentir y a soñar...hay que luchar mucho...y a cada paso crear una ilusion. Perfecto post.
Un abrazo!
PD HE TENIDO QUE PONER REVENTON EN VERIFICACIÓN DE LA PALABRA JAJAJA IRÓN SEGUNDAS? TENGO SUEÑO...ME ESTAN ESPIANDO...JAJAJAJA MALDITO ENJUTO MOJUTO! JAJAJA