12 nov 2010

Reinventando los clásicos.

Esta mañana de camino a la universidad, medio sobado, me ha venido a la cabeza aquellas palabras que supuestamente Quevedo le dijo a la reina "Entre el clavel y la rosa, su magestad escoja" ya sabeis una forma sutil de llamarle coja "es-coja" pero claro ¿os imaginais que Quevedo hubiese optado por realizar otra sutileza? ¿Qué hubiese pasado si Quevedo hubiese afirmado que la reina escupe entre el clavel y la rosa? Se que suena menos cortes, pero el resultado hubiese sido mucho peor, este sería el resultado "Entre el clavel y la rosa, su majestad esputa." Supongo que por aquel entonces la palabra puta como tal no debería estar consolidada aun, pero aun así la historia hubiese sido bastante diferente. Por una apuesta Quevedo hubiese podido perder algo más que la vida. Nada solo era eso, me apetecia volver por este blog pero no sabía como siento que sea así. Llevar tantos blogs, llevar tres libros a la vez y compaginarlo con los colegas, la universidad y el trabajo es bastante extresante. Un saludo a todos mis seguidores y perdón por las molestias, escribo cosas en mis otros blogs con más frecuencia que en este. Tal vez os interese migrar a alguno de mis otros blogs. Es lo único que puedo deciros, siento el abandono.

1 comentario:

Ácrata dijo...

¿Qué hubiera pasado? Que la hubiera liao' parda.

Ahora me paso por tus protestas, un beso y espero que todo vaya bien!