17 mar 2009

La soledad.


En la densidad de un bosque avanza solitario un lobo, acompañado por miles de seres que contemplan su caminar. Reflexionando en el silencio de la noche consigue acallar las miles de preguntas que gritan en su mente. Sabe que miles de obstáculos se presentarán en su camino, pero no se preocupa, tan solo disfruta de ese placentero momento de soledad y silencio. Entregándose a la naturaleza respira con calma para distraer su mente de pensamientos sobre el futuro o el pasado, tan solo el presente está presente en su mente. Han sido muchas las noches que ha pasado en soledad y reflexionando sobre la vida, hasta el punto de haber acallado prácticamente todas las preguntas que atormentaban su mente. Ni siquiera la idea de fallecer en el camino consigue turbarle. Cada vez es más estoico, cada vez disfruta más de la vida. Si un bache u obstáculo se presenta en su camino, lo supera impasible, sin importarle lo más mínimo que el obstáculo ralentice su marcha. Sabe que toda dificultad superada es una dificultad aprendida. Es más, desea encontrarse con miles de problemas, pues solo así conseguirá ser más fuerte ante la bipolaridad de la vida y estar más seguro de sí mismo. Pero no busca ser fuerte para dominar la vida, sino para combinarse perfectamente y disfrutar al máximo de esta. El lobo, ahora que tiene claro como se debe vivir, medita cada noche antes de dormirse y solo hay una pregunta que, gritando en su mente, queda sin respuesta en la soledad de la noche “¿Por qué no tengo a nadie con quien compartirlo?”. Pensar en soledad es positivo, pero de nada sirve cuando en soledad reflexionas sobre tu propia soledad. La soledad crea grandes pensadores, pero solo el pensar que uno se puede quedar solo, consigue librarnos de la soledad.

3 comentarios:

Ana dijo...

Después de haber estado con alguien la soledad se hace más dolorosa. Yo ahora mismo le tengo pánico...
Eres un gran pensador.
Un beso.

"La LoCa De LoS GaToS" dijo...

Que lobo más valiente, he leído tu relato y me ha encantado, a veces en la vida uno no se da cuenta de lo grande que puede ser su soledad hasta estar solo...es decir, cuando estamos solos es cuando nos damos cuenta de nuestra soledad, y que a veces es tan sumamente grande que pensamos que es imposible que alguien nos la pueda llenar...otras veces sin esa soledad nos sentimos extraños, ha formado parte de nuestra vida tanto tiempo...que deshacernos de ella se nos hace "raro"...muy buen post! espero seguir leyendo tus pensamientos, me hacen reflexionar, y dar la vuelta a muchas de mis cartas...Un abrazo!

Ácrata dijo...

El lobo se pregunta: "¿Por qué no tengo a nadie con quien compartirlo?" Y aunque me pregunte lo mismo que él, me sé la respuesta: Porque aún no ha llegado. Una persona me dijo: "Cuando no busques, encontrarás", y mientras, a disfrutar de la soledad y de los pensamientos.
Un besito.